Magdalenas clásicas

Unos de los dulces que siempre he comido en casa por Semana Santa han sido las magdalenas clásicas que hacíamos en familia en el horno de leña de la panadería de mi padre Rufino. Hacíamos muchas, para toda la familia. La receta, de mi madre Antonia, es la siguiente:Todo depende de la cantidad de huevos que se use. Si vas a hacer una docena de huevos hay que pesarlos y esa cantidad es la que sirve para todo. Si haces menos, el peso va a servir para los otros ingredientes. Así que,

Para una docena de huevos se usa la misma cantidad de azúcar, de aceite de oliva, y de harina. Además lleva ralladura de limón (al gusto), canela molida y un sobre de levadura Royal por cada cuatro huevos.

Bate en un recipiente las yemas, el aceite y la ralladura de limón hasta que se vea como una mayonesa. Agrega el azúcar y un poco de canela molida. Mezcla muy bien y luego ve añadiendo la harina mezclada con la levadura. Hay que tener cuidado de que la masa no quede muy espesa. Si es necesario no echar toda la harina no se echa. La textura debe ser como la de la masa de un bizcocho. Finalmente se montan las claras a punto de nieve y se van añadiendo poco a poco a la masa integrándolas con movimientos envolventes.
Ya solo queda llenar (con servidor para helados, manga pastelera o una cuchara) unas tres cuartas partes de las cápsulas de papel para magdalenas, poner en un recipiente de metal para el uso y espolvorear con azúcar por encima. Cuécelas en horno precalentado a 220 º unos 16-18 minutos. El color dorado te dirá el tiempo. Deja enfriar y saborearlas y, sobre todo, olerlas...